Todo empezó con 12 años y una vieja Gimson 65cc que me regalaron, con la que mi padre me dejaba circular por un camino de carros yendo y viniendo.
Dos marchas en el puño izquierdo y un aro roto en el pistón, que descubrí tiempo después cuando aprendí a desmontarla.
Ahora con 37 años aún la recuerdo con cariño y ojalá la hubiera conservado. Desde ese momento y hasta hoy no he parado prácticamente de montar en moto, intentando aprender y mejorar.